Como la mayoría de cultivos de verano, la patata está llegando a su fin. Después de tres o cuatro meses llega el momento de la recolección y si las plantas han podido desarrollarse bien pueden dar abundante cosecha. La patata es un tubérculo y como tal, su fruto se encuentra enterrado, así que a partir de la llegada del calor hay que controlar el abuso del riego y si ya decidimos comenzar a recolectar, debemos cortar totalmente el riego.
Se pueden almacenar en casa en un sitio fresco y ventilado, pero debemos ir con precaución con la polilla que puede dejarlas inservibles. Si no es mucha cantidad podemos ir recolectando poco a poco a medida que vayamos consumiendo y así evitaremos que la polilla se las coma antes que nosotros. 