Labores en los huertos

La tierra es la base en la cual nuestros cultivos desarrollan sus raíces, las que sirven para aportar a la planta el agua y los nutrientes necesarios para el buen desarrollo de éstas. Por lo que es fundamental que se encuentre en las mejores condiciones posibles.


Una buena labor cuando ya está establecido el cultivo, es la de cerrar todas las grietas que en la tierra se producen. Esta tarea se le denomina “rascar”, y consiste en remover la capa superficial de la tierra, intentando cubrir la grietas.



Esto permitirá que las raíces se desarrollen más a sus anchas , ya que conseguiremos total oscuridad para ellas y una humedad constante. Esta labor se debe de llevar a cabo, solo cuando la tierra esté “de saò”, o lo que es lo mismo ni muy seca ni muy húmeda, que se pueda trabajar sin que se nos pegue la tierra a la herramienta, pero que tampoco se seque en exceso porque se hará muy dura.


Con esto también se consigue alargar los periodos de riego y que la tierra siempre se mantenga esponjosa y suelta.

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